A esta joven poetisa Indira Anampa la conozco desde hace varios años. He leído poemas con ella en Huari, Cajamarca como en la Municipalidad de San Luis. Es una joven muy juiciosa y rebelde, y cree en su verdad y la defiende contra viento y marea. Se defiende con sus propios juicios iconoclastas. Excelente, ha sido apoyada por el movimiento "Suicidas Sub 21" y ahora en la antología binacional Suicidas del 89. He aquí algunos textos:
lunes, 25 de febrero de 2013
Selección poética de Indira Anampa
"Inicio"
Ser la hija de la alegría es un
infierno
mientras la verdad caliente me
recorre
como heroína pura de la aguja a
la vena.
Bolas de pelo cuajándose como
piedras en la garganta,
lagos congelados bajo mi carne
golpeada,
hojas ardiendo sobre el árbol de
mi cabeza,
y los días deformándome los
rostros albergados
para ocasiones especiales.
Estable.
Estable como los enfermos que
después del accidente han librado la muerte,
pero no saben que de todas formas
van a palidecer
hasta quebrarse,
hasta la extenuación.
Siento pena de cada hora que se
desprende de mi carne,
pero he de escribir la historia
nueva
contada desde la herida.
"Viaje"
Fumo
como quién repite el mito del
hombre en las cavernas.
Poseo un corazón que puede
desdoblarse,
habitar en ti y en todos a los
que me aferro
con las uñas y la carne,
a los que me hundo
hasta fundirme en un solo
movimiento
por el miedo a que mi sangre
fuese un espacio vacío entre mis
venas.
Eso mismo es el taller del
espanto,
sangre de mi sangre,
cuerpo de mi cuerpo,
un cántico cerrado
desde mi boca hasta el estomago.
No te olvido
y habito en otros
hasta encontrarte.
"Exilio"
Abrazaba la perfección griega de
casarme con todo lo que mi sangre arrastrara.
Como los sastres belgas, tenía la
intuición de hacer todo a medida.
Deambulaba
como un animal deslumbrado por
las luces de un auto
escoltada hasta el exilio
a la casa celda de prisión turca.
Mis ojos eran dos huecos que reflejaban buitres,
pequeñas hendiduras que no
poblarían ni los gusanos.
Aplacé recoger un pedazo de mundo
olvidado en algún cajón de la cómoda,
limpiarle el fango al gato muerto
olvidado tras la lluvia.
Mi boca era una pequeña cosedura
infecta
y dolía hasta el azote de la
puerta.
Atravesaron mi incredulidad de
niña huérfana
y tuve que arrojar el pequeño
cráneo que se ennegrecía en mi bolsillo
como una piedra quemada
no era un ángel
ni una prenda íntima
era mi inocencia
yéndose por la ventana.
Aprendí a conjugar el amor con el
dolor
algo así como llorar en francés.
Éste debería ser el poema en que
se me va la vida
la caída
el costo de tumbarme sobre las
piedras y arrastrarme
por esos caminos que me llevarán
a ninguna parte.
Miento mucho cuando digo que el
espacio es una invención para medir la soledad.
No estábamos solos.
Compartíamos las mismas miserias.
"Ensayo"
Mis últimos días
los viví como una mosca
atrapada en una telaraña.
Incapaz de moverme en el dominio
de mi cazador
despreciando mi naturaleza
mi manera absurda de revolotear
sobre la mierda
y alimentarme de ella.
Mis hondos abismos
eran brechas por las que
discurría el color dramático de la culpa.
Mi pobre culpa
resbalaba como niños por el
columpio
sin saber por qué
sin saber por qué
empecé a parir relojes entre las
sombras.
Un estado de estancamiento
inmediato
se apoderó de mi marcha fúnebre
personal.
Enferma del amor de todos los
hombres.
Ensimismada por el engaño
irracional
apreté mi cuerpo contra el
cuchillo
me hundí en él hasta verlo
desaparecer
refugiándose
en algún órgano real
hasta recordar mi prontuario
mis consecuencias
hasta aceptarme y reír con locura
como si todo fuera una puesta en
escena
y este
solo un ensayo.
"Destino"
Me despierta el grito del hombre
cuando se derrumba
recibe su cara la sangre caliente
que lo entorpece
un lluvia que desmorona estúpidas
predicciones climatológicas
porque la tierra se calienta a
fuego alto
y todos somos cebollas picadas en
cuadrados
brillando en una sartén
sin darnos cuenta que no todos al
mismo tiempo.
Minifaldas de tantas mujeres que
soportaron una mano que se les introdujo
para tocarles algo más que las
bragas
produciendo una indignación
latente
en cada nervio
en cada hija
y cada nieta
esa información se estamparía
como una secuencia ilógica
repetida hasta el hartazgo
por los siglos de los siglos.
Fuiste un hueso atravesado en el
cuello de un gigante
que corría enfurecido
perdiendo el aire hasta
desplomarse.
Goya pudo a penas capturar el
momento en que Saturno te devoraba
y digo a penas
porque tú eras su hijo más
querido.
el que prolongaría su
descendencia,
pero te tuvo que matar
porque si no la hacía él,
lo harías tú.
Cosas de oráculos.
Avizorar algo que pasará y no le
consta a nadie
más que a las fauces gastadas
de un saco negro y sucio que le
llaman destino.
Se enrosca como una serpiente por
los pies de la virgen
y debemos repetir el acto de
esta:
pisarla con fuerza
hasta reventarla.
Reseña
Indira L.
Anampa Santa Cruz (Lima, 1989) Estudiante de Derecho y Ciencias
Políticas en la Universidad San Martin de Porres. Publicó su plaqueta Noche
en Marte (Ángeles del Papel Editores, Lima, 2009). Es parte de la
Primera Muestra Colectiva de Lima Sur, Poesía en el Sur (Urbano
Marginal- Editores, Lima, 2009). Parte de sus escritos aparecieron en antologías
poéticas nacionales e internacionales como: "Entre exilio y desierto-una muestra
poética del cono sur de Lima" (Unión libre Ediciones), De quenas y bandoneones 70 voces femeninas
Perú-Argentina (Casa del Poeta Peruano), Suicidas Sub-21 (Mondo
Krohnela Literatura Argentina, 2010), Como verdes guitarras de
eucalipto (Casa del Poeta Peruano), Nueva antología peruana Post-Hora
(Ediciones Espartako), Rito Verbal: muestra de poesía peruana
2000-2010 (Elefante Editores),
etc. Otros de sus poemas aparecieron en diversos medios literarios,
como Marea Cultural, Plumas y Pinceles, La Tortuga Ecuestre, Espartako,
Vicio Perpetuo, Pohemia Lux, etcétera. Ha
participado como Co-Locutora Radial del Espacio de Literatura y Arte, Sólo
para Locos (Radio Planicie). Próximamente publicará su primer poemario Patricia
Leyton.
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