¿Y quién fue Juan José Vega Bello?
Historiador y cronista destacado, estudioso de múltiples aspectos de nuestra identidad cultural, artística y gastronómica, nuestro biografiado de hoy es una de las reservas intelectuales más ricas del siglo 20. Sus escritos son material de consulta en diversas escuelas sociológicas, culturales y periodísticas por su versación y amplio rango de influencia. Su fallecimiento, ocurrido en el año 2003, fue motivo de sentidas columnas de diversos personajes del ámbito educativo y cultural. Su nombre es sinónimo de rigor académico y amor por el Perú, atributos que han sido entendidos por diversas instituciones educativas de Lima (Chosica), Huancayo y Cajamarca, que lo han tomado como identidad. Pero, como suele ocurrir, su trayectoria e importancia es injustamente ignorada por grandes sectores de nuestra sociedad. Por eso, en este nuevo capítulo de nuestra serie de biografías nos preguntamos ¿y quién fue Juan José Vega Bello?
Si por gratitud nacional se otorgara el título Maestro de Peruanidad, esta máxima distinción también le correspondería, con toda justicia, a Juan José Vega, quien personificó el alma viva de nuestra nación y su historia, su devenir y sus anhelos e ideales, tanto en su apasionada labor magisterial como en su fecunda investigación científica, perennizadas en sus libros y artículos periodísticos, pero sobre todo en sus alumnos y quienes lo conocieron, todos ellos depositarios de su admirable sabiduría y sencillez, de su generosa amistad y siempre acogedora compañía, de su humanismo ejemplar.
Juan José Vega Bello nació en Lima, el 13 de setiembre de 1932, y falleció también en Lima, el 8 de marzo de 2003. Fue uno de nuestros más notables historiadores, catedrático universitario de renombre y relevante periodista.
Desde muy joven incursionó en la docencia universitaria, a la que hizo su actividad predilecta. En el vasto ámbito de la investigación histórica fue el principal impulsor de la revisión científica de las bases de la Historia del Perú, que se expresó en una interpretación novedosa de nuestro pasado.
Su magistral proyecto historiográfico se centró básicamente en el final del Imperio de los Incas y su conquista-invasión por los españoles, aunque también estudió integralmente la Gran Revolución Libertadora de de Túpac Amaru II y Micaela Bastidas Puyucawa, a la que consagró su monumental obra en 2 tomos: Túpac Amaru y sus compañeros, estremecedora colección de treinta y cinco biografías de los principales protagonistas de la histórica rebelión popular de 1780-81, en la que junto a la de José Gabriel está la de su inmortal compañera Micaela Bastidas.
Además innovó en la exposición histórica, sosteniendo que esta debía darse en un estilo sencillo y ameno, al alcance del entendimiento de todos. Asimismo, fue uno de los historiadores que más viajó por el Perú, y el único de procedencia urbana que profundizó en el conocimiento del quechua clásico incaico. Estuvo casado con Carmela Miranda.
En el periodismo fue, desde 1959, colaborador del diario El Comercio, editor de su Suplemento Dominical, y luego editor de temas políticos (1961). Asimismo, fue colaborador del semanario 7 Días, editado por el diario La Prensa, de Lima.
Como docente dictó, en San Marcos, el curso Historia del Derecho, reemplazando a su maestro, el insigne historiador Jorge Basadre. Asimismo, ejerció la Dirección de la II Región de Educación (1963-1964) y la Dirección de Coordinación de Universidades y Municipios (1965-1966), en el Ministerio de Educación.
Fue, además, Rector de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle-La Cantuta (1967-1972), en la cual editó la revista Cantuta y una serie de publicaciones consagradas a divulgar temas históricos, literarios y culturales. Vale recordar que en el número 2 de Cantuta (1969), vio la luz Cantar de Túpac Amaru, notable poemario de Manuel Scorza. También fue catedrático en la Escuela Superior de Guerra y en la Universidad Nacional Federico Villarreal.
Militante del partido Acción Popular, fue elegido Diputado en las elecciones generales de 1962, que fueron anuladas por el golpe militar. Asimismo, fue electo Alcalde de Miraflores, en 1967, cargo al que renunció. En 1969 editó la Revista Peruana de Historia del Derecho, que tuvo solo un número. Y durante la segunda fase de la dictadura militar de los años 70 dirigió los diarios Expreso y Extra (1976-1977), y El Comercio (1978-1979).
Asimismo, dictó conferencias en diversos países del mundo. En Francia y España también ejerció la docencia. Fue presidente del X Congreso Internacional del Hombre y la Cultura Andina, en 1994. En mérito a su labor docente, el Ministerio de Educación le otorgó las Palmas Magisteriales en el grado de Comendador.
Desde el inicio de los años 80 colaboró en el diario La República, de Lima, con artículos sobre temas históricos y de cultura general, escritas con su singular estilo: ameno, coloquial y con abundante riqueza informativa. Sus comentarios y reflexiones sobre el panorama social y cultural también tuvieron acogida en los medios radiales y televisivos.
Destaca también su contribución a la Historia General del Ejército con su estudio El Ejército durante la dominación española en el Perú (tomo III, 1981) y, en colaboración con Atilio Sivirichi Tapia, Continuación de la lucha de los Túpac Amaru (1781-1783) (tomo IV, volumen I, 1984).
Los libros de su autoría son más de 30, y sus artículos periodísticos superan los 2,000.
Los libros de su autoría son más de 30, y sus artículos periodísticos superan los 2,000.
Entre nuestra institución y el genial historiador y maestro existió una entrañable relación signada por la fraterna amistad y mutua colaboración. De ella evocamos tres acontecimientos memorables:
En 1998, Derrama Magisterial publicó su señera obra Guaman Poma, el Precursor, uno de los estudios más integrales, atractivos y didácticos sobre el más grande cronista de nuestra Historia.
El 4 de octubre de 2002, en el marco del Día Mundial de los Docentes (5 de Octubre), Juan José Vega Bello fue condecorado por Derrama Magisterial con la primera Medalla de Honor José Antonio Encinas, máxima distinción institucional otorgada, en vida, a quienes con su ejercicio profesional y humanismo social marcan hitos en el devenir de nuestra educación y cultura nacionales.
Y como, además de todo lo expuesto, Juan José Vega fue uno de los primeros intelectuales que pensó, escribió y disertó sobre el fascinante universo de la comida y la repostería peruanas, que atalayó que también ellas son soporte de memoria y resistencia, de fortalezas para construir una nueva República, nuestro Centro Cultural José Antonio Encinas organizó la Mesa Redonda Juan José Vega – La cocina peruana y nuestra identidad nacional, el jueves 21 de octubre de 2010, en la que, con nuestro Auditorio colmado de peruanas-peruanos y de peruanidad, participaron el historiador Lorenzo Huertas Vallejo (gran amigo de Juan José), el antropólogo Humberto Rodríguez Pastor, la chef de El Señorío de Sulco, Isabel Álvarez, y la maestra de la IEE Rosa de Santa María, María del Pilar Cabello Pérez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario