Conoci a Isidoro Gòmez Montenegro en Juliaca Aqui dos poemas muy originales.
TODO LO TENGO
Heridos los corredores del aire
lamen paredes que me mantienen preso,
ciego, busco la luz.
Salgo entre brasas de bruma agitado,
errado de ser aire que se adelgaza,
astillas de atmosfera en suspenso
saturado de espejos de luna.
Auras de sombras fugitivas en lo alto
desplomando el cielo metálico con relámpagos;
lanzo destellos al amanecer secreto.
Luz carente de sexo…
Mientras no anochezca
Especularé la cuchillada del deseo
en la sima de tu sexo,
en resquicios de labios que deja un beso.
Cabalgo dunas ondulantes.
Escucho gritos del viento.
Brota del océano esperanza a tiempo.
Penetrantes atraviesan los pájaros
el aire líquido.
Atávica nostalgia, ráfagas de sudor,
pájaros entre urdimbres argentadas
escombrando voces de velos rasgados
sin sufrimiento, a la intemperie
desgarradas por el aire.
Lluvia, humedad del océano azul.
No parte, no es viento derramado…
deja hojas calcinadas:
Es vendaval transvasando el tiempo,
abriendo puertas,
cediendo a prisiones leves.
Mundo… brota hospitalario
con alas lúcidas.
Estrías del edén, Universo único.
La Creación, lo necesario al alma.
En líneas tardías escribo
la violenta timidez del aire,
olas de luz, entonadas barcarolas.
Más tarde arenas en pies
abrazadas a cada dedo.
Soy voz del viento.
Invento el ceño, convoco un rostro,
hago un bosquejo
revelo imágenes.
Seré ecfrástico, me mostraré,
en la exuberancia verbal expresaré:
Atroz jauría de caracoles
en árboles de mi tierra.
Izaré la frente
ante imágenes de mujeres virginales
de ideas simbólicas y vestimentas.
Mueren con el viento, libres de deseos.
Alondra reta al vendaval en obtusa
jaula.
Deleite fino engendra el pensamiento
rindiendo tributo a la creación humana.
Higuera de lluvia,
claridad de luna,
piedra rodando en el firmamento.
Noche, guardiana del pensamiento
no disuelve la memoria,
carece de ojos,
todo lo absorbe al tiempo se difumina en
cataratas de horas, instantes, siglos.
Diluye sueños, precipita encuentros,
sortilegios, marca ritmos en la
historia.
Edulcorado clarecer… no se olvida.
Alfaguara, ámbar de recuerdos
sal en labios, vida transcurrida.
Risas, abrazos, emociones;
no hieren el corazón.
Hay luz ingrávida; hubo nostalgia_
nada de añoranzas, digo:
“Dios mío gracias, todo lo tengo:
Luz, viento, memoria, Universo, amor”
Viajo a través de la escritura
En
racimo de días
terminé
de escribir éste poema,
quedó
escondido en un papel.
Duermo
tarde, estoy escribiendo
en
vez de estar a tu lado,
cerca
de tu mirada;
purificada
por las décadas.
Sé
que debería estar contigo,
mentalmente
lo estoy…
abyectamente
recuerdo
tus palabras,
tus
labios mudos.
Que
importa que no digas nada…
afuera
la lluvia no cesa.
Somos
compañeros del deseo
secreto
oculto en tu visaje
rictus
irónico, sagrado.
Escribo,
desgasto
las uñas al arañar paredes,
mi
escritorio.
Soledad,
vacuidad del infinito.
Viajo
a través de mi escritura,
alucino
como vehículo.
¡Que
más puedo hacer!
Tú,
fabricas pájaros enigmáticos
que
sonríen…
sigo
pendiente de tus movimientos
imperceptibles.
Amo
nuestra soledad.
Hoy
quiero escribir un canto de amor, regalarte una rosa sin espinas… una flor
nocturna.
¡Soy
hombre insomne!
Seguiré
cantando a la vida
aunque
parezca que estoy muerto,
no
puedo estar en todas partes.
¡Jamás
perderé la fe!
En
el limen del crepúsculo
tengo
sed de ti…
del
lecho nocturno.
Se
escuchan suspiros de aves,
en
tu vientre.
Descifro
escrituras falsas
en
las sombras.
Hay
negrura, luces mayores.
Construí
algo para ti,
para
leerse en voz alta o tácitamente.
Piensa
que ahí estaré…
al
otro salto del día… cerca de ti.
Mi
ámbar ardiente…
libélula
índigo, cuerpo flexible.
Los
destellos de sol me sonríen,
ante
la promesa que le hago a la vida.
POETA ISIDORO GOMEZ MONTENEGRO
No hay comentarios:
Publicar un comentario