sábado, 4 de mayo de 2013

LA REBELDIA POETICA DE LEONCIO LUQUE

La labor de docente ,poeta y promotor de Leoncio Luque Ccota queda graficado en sus diferentes poemas que presentamos en esta antologia personal sumaria.Es un creador nato y un  caballero a carta cabal.Aqui algunas perlas de su rico recorrido literario
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Selección de poemas de Leoncio Luque Ccota

Leoncio Luque Ccota
Perú



Poética
la poesía es el aire que entra por la boca,
El poeta y promotor Leoncio Luque
que recorre por las venas,
que nos inflama
nos quema,
nos destroza,
nos calma
nos desaparece
como aire negro
o puro,
cantando
llorando
sin más formas
que sólo palabras
imágenes gestos
almas que vuelan vacías
sin decir nada
a veces profético
ilógico lógico
a veces sin decir nada
nada a veces
a veces nada
que nos habla de la belleza
de la tormenta
sobre la soledad
sobre la muerte
que nos
devuelve el aliento
para seguir viviendo en el desierto.


* Del poemario: POR LA IDENTIDAD DE LAS IMÁGENES
Ediciones Noble Katerba 1996

LA NOCHE
Oh, la noche irrefrenable,
denso espacio cuerpo azotado y devastado en el dedo gris
de una botella gris.
La noche.
Equilibrio idólatra.
Lugar de batallas funestas.
Crematorio inútil
de nuestro ojo en el silencio
al costado de la miseria,
placer pagano alejado de escombros
como fuego de dunas melancólicas.
Arquitectura calcinada
de crepúsculo y alba.
Los tiempos, eran
los tiempos ilustres de fábulas absurdas,
de mitos medievales
hecho en tus ojos
como fuego de papeles inútiles.
Ciudad hecho lienzo entre fuego
páginas e historias.



ESCRITO EN BASE A UN POEMA DE CARL SANDBURG
Aún así
Te sigo escribiendo
desde un café maloliente
oculto
en sueño de historias
de tardes crepusculares
y de insultos lúcidos
que maduran nuestros cuerpos
como reliquias antiguas. O
desde la lenta imagen de un poema Tártaro
que rasga el fuego de tu vestidura,
o desde el pueblo,
la multitud de lánguidos osarios
que claman por la vocación del llanto
desde el poema de Carl Sandburg
recitándose en marchas de mortuorias masacres
organizado por los militantes del orden
que predican salmos como pólvoras
en el término del amor.
Te escribo aún así
desde esas dudas universales que deforman
nuestra profecía
como rostro de historias de un país lejano
como sueño de vocación de mareas frenéticas sin aves
en que se asoma y desgasta
nuestra huella rústica de dios vidente.


RUINAS Y VOCES (Hiroshima Mon amour)
He decidido
escribir de esta manera eterno elemento
y nadie lo sabrá
lo juro.
Alrededor de tus ojos
naufragan ruinas en lágrimas.
Nada más
Amor me solo, Nada más.
Palabras vertidas al final del silencio.
Y era una
y varias imágenes sin piedad
moldeando el llanto,
amor me solo.
Y eran todas iguales.
Sombras quietas
exhibidas en el parpadeo ajeno.
(Pájaros intocables de acero
alejándose en desorden
después de la desolación)
Lluvia de pieles incoloras
cayendo como lienzo fuego.
Y era una sola
y varias como pétalos de pieles humanas.
Y era una sola,
y ahí estaba como voces oliendo a ceniza
A óleos innúmeros.
Y tú te quedabas gimiendo
en el largo crepúsculo
de la locura y de la tormenta.
Sin embargo, era una sola
y varias muertes
amor me solo.
Ruido devorando motores dolores
cubiertos de sangre
de escupitajo,
máquina de llantos inconfesables
regado en la memoria trágica.
En los alrededores de tus ojos
naufragaban ruinas desolación
como crepúsculo al final del día.
Y nada más amor me solo
comienzo del dolor y frío.
Silencio encallado
sobre nuestra frente
y otras que comienzan a conocer
nuestro dolor en la caída de tus cenizas;
y yo que vuelvo a reconocer los muros,
los muros que quedaron solos
destruidos
como una perfecta playa.
Arena humana
oh arena de sangre y fuego,
te devuelvo mi vida
la palabra
y al mismo tiempo
invoco
a borrar estas lágrimas
que se deslizan de ojo en ojo
como huayco por el mundo.
En el mudo lugar,
ahora, el silencio hace burbujas
como labio de espanto, y
el cuchillo lagrimea sangre
sobre la esfinge del amor
y el fuego lava tu boca
de pecados, en la víspera
de las ejecuciones eternas.





* Del poemario: EN LAS GRIETAS DE TU ESPALDA
Ediciones Noble Katerba 2001

LA FIRME BOVEDA DEL CIELO
Y la profana sabiduría de los
hombres
y la firme bóveda del cielo;
y el gigante que en su espalda
sostiene al mundo
y las mujeres que con su piel
de culebra cambian,
y los escorpiones que habitan
más allá de la tierra?
¿Allá, no hay
una fogata que desgaste el alma,
y atraiga nuestras miradas?
¿Y las grandes olas que son
devoradas por el sol?
¿y los marineros que creen
que más allá
lloran los cachalotes?
¿Y todo esto? ¿qué?
¿Acaso no lo sabías?
Martín.


LA LLUVIA SE DETIENE
Para que todo esto
termine
voraz y lenta
sólo, hay que dar un paso firme.
Una mantarraya se zambulle
en el cielo
sobrevolando al mar.
Un león con una zancada trepa
a la cima del monte.
La lluvia se detiene
dibujando el cielo y
desde el destierro
se puede ver a los pájaros
que caminan
mareados.




OJO INCENDIADO
Detrás de la mirada
el mundo está escondido
sin saber si
está de rodillas;
y no se puede ver el mundo;
tengo el miedo de las esquinas.
El vapor de miedo
se derrama en acantilado tuyo,
cuando respiro.
Es de
reojo
la muerte,
que se acerca
cada día mintiendo
en cada minuto
en cada respiro,
en la Tierra.


LA TIERRA
En un grito
se purifica la noche
la tierra
se esfuma
después.



* Del poemario: CRÓNICAS DE NARCISO
Ediciones Noble Katerba 2005
HISTORIAS
ahora que tu pasado es historia de sonetos
dónde estabas
cuando yo gritaba al final de todo
que es imposible vestir de oro
al mendigo
dónde estabas cuando te imaginaba
descendiendo del confín del desierto
con los sentidos en silencio
conquistando a la derrota
dónde estabas cuando
con esa caricia obscena
emergías confundido
en la historia de la ceniza
¿dónde estabas narciso?
ahora los cuerpos se pudren
y nuestro pasado
es arrojado al cadalso
ahora
nuestro cuerpo es testimonio de existencia
donde las palomas mueren
inmolada en pleno vuelo

CUÉNTAME
cuéntame
cómo deshojas esos cabellos de velámenes
cómo hallas
el origen de tus ojos
en mis ojos
cuéntame
cómo puedo ser ofrenda en tus ojos
tallada a fuerza de flautas
cuéntame
cómo puedo vivir en el tiempo
convertido en piedra cansada
y cantar una canción
ene. Acantilado de tus ojos que son
amplios como molino
cuéntame
cómo puedo descubrir la medianoche
y encontrar a tu medida
ese cuerpo y
permanecer colgado
en tu mirada
a la distancia
en que ulula el amor
cuéntame
todo
lo que no sé e ti
mujer de vigilia
escuchando el viento
cuéntame
todo todo
mi amor no ha cambiado
pero ahora observo tu sombra
y te sigo
como a un reloj de arena
acabándose en mis manos

LA CENIZA NUESTRA HISTORIA
te encuentro desnudo narciso
con el viento labrando tu destino
con esta forma de fundirse
que tienen los brujos
los cielos se llenan de extraños ruidos
azotan la ciudad
la ciudad es historia de leyendas
y de puercoespines
que yacen en la playa
la huella de los piratas en el callao
reptan como insectos
por la ciudad
la ceniza
es nuestra historia
de ahí levantamos la palabra
el fuego la luz la vida
que exponemos al viento
pro a la larga que entendemos
de esta realidad
que es sólo mito.


* Del poemario inédito: LOS CIELOS DE BASORA
MIS LAGRIMAS SE DERRAMAN
Mis lágrimas cortan la medianoche en fuego de misiles,
y al compás de las estrellas fugaces, bailan en oriente;
la sequedad de la danza guerrera, incendia a Basora.
Hemos dejado todo como la muerte de otros, en largas noches
como la lluvia de fuegos rondando por mi sueño, en otros espacios,
como la soledad de esta mañana
desfilando en fantasmas.
La sombra alza su silencio y se aleja.
El día se desangra en Basora.
La conciencia es cosa de juego en estos avatares.
La televisión oferta muerte gratuita cada mañana.
El silencio protesta para detener la muerte de los inocentes.
La imagen mutilada de alguien cincela nuestros ojos.
En Basora, un niño muere mirando el cielo.
La masacre se reparte por todas partes como visión funesta.
La paz, en medio de la muerte canta.
Mis lágrimas se derraman por oriente
Sin calmar la sed de la ciudad.
En Basora un niño refleja los ojos del mundo.
La muerte se cuenta por miles.
La ciudad es muerte polvo
sangre oscura que llora.
03/04/03

ESTA MAÑANA AMANECE LA NOCHE
¿Dónde derramas tus lágrimas que mañana amanece en exilio
de resurrección?
Mi lengua se paraliza en la fecundidad del miedo.
La memoria es testigo de aquello que otros no ven,
pero la sangre se derrama por el mundo sin fronteras.
El resplandor del fuego apaga mi nombre en Basora.
Nuestro nombre es alto y profundo como la tierra
destruida en una noche.
Mi pensamiento camina arrastrando, lo que todos conocen:
la muerte en la carne del sueño.
¿En qué derramas ese mirar que cae triste sin respuesta?
¿Qué tiene vuestro pecho que palpita sin sentir nada?
¿Qué hay de hermoso
en esta destrucción muerta?
¿No es sólo muerte, muerta, muerte, muerta, que no se detiene?
¿Quién detiene al odio que arrastra a Basora?
Mis ojos abandonan este encuentro
donde la tierra se abona de muerte.
La vida es este charco de palabras que sustenta el mundo.
Mi esperanza está pegada en paredes de la ciudad
destruida en una libertad que no existe,
escondida en la guerra a través de engaños
en charcos de palabras sin memoria.
10/04/03

EL MUNDO ME TRATA COMO AJENO
Hondo silencio cincela los suspiros
convertido en temblores
que destruye la alegría
a pesar del tiempo y la tristeza.
La guerra nunca es remedio
que salve a la humanidad.
El mundo nos trata como ajeno, nos ofende
y esparce su odio sobre la verdad desnuda
que el viento cultiva en la tormenta.
El mundo arroja sus quejas
a la dirección del camino correcto, y
se tuerce perdido en oriente.
¿Qué soluciona la guerra,
si no es llevar desventura?
¿A donde vamos de tanta muerte
que no sabemos controlar?
Nuestro destino no es infalible
pero nos perdemos en nuestra esperanza para morir.
Todos ustedes anuncian mi muerte sin avisarme.
¿La voluntad no sirve acaso para construir un país?
La queja que ustedes llaman libertad
empuña un instrumento de guerra.
Yo me quejo de la muerte
En este tiempo de ruptura.
Todo pasado cae de pronto
sin que uno no se de cuenta.
La naturaleza se rebela contra la humanidad
la extinción de todo ser
vive entre duras peñas desiertas.
La guerra nunca es un remedio para la vida.
15/04/03

HOY PUEDE SER CUALQUIER DÍA
Hoy puede ser cualquier día
cuando escuchamos la música que nos traen recuerdos
unidos por el cuerpo de todos los seres.
Hoy puede ser cualquier día
más allá de mi destino abrigado por la tristeza.
Hoy puede ser cualquier día
cuando las mujeres caminan más que sus pasos
y los hijos mueren a cada instante.
Hoy puede ser cualquier día
cuando la vida pasa como mirada de seres
que viven despreocupado
de lo que viene después de esta vida.
Hoy puede ser cualquier día
cuando lloramos por la destrucción
más que de la guerra.
Hoy puede ser cualquier día
un día de huelga
cuando el alma abandona el cuerpo
Hoy puede ser cualquier día
cuando la vida se paga con la vida.
Hoy puede ser cualquier día
en que desaparezco en sueños de madrugada
en casa de una noche de Basora
en medio de una tormenta de fuegos.
23/04/03


Del poemario inédito: LA MEMORIA DE SU BOCA

CALLE DE LA PUTA junto al viento clamoroso de su boca
empujaba una botella de gin sangría.
era la loca de la calle
parada como diosa en la taberna.
era la mujer de un dulce lagar de las afueras de Lima
con muslos de ron ardiente.
era ella que cantaba y temblaba
con el lento recorrer del vino en su cuerpo y
lloraba con sus ojos seco.
abría las piernas de par en par
al horizonte para contarnos su historia.
eran breve sus moradas donde vivía como estrella
arrastrada por un ejército de hombres a su cama.
en sus pechos de coñac
la armonía frenética de los muslos semidesnudos
se movía con el olor de cigarros.
era la loca de Quilca, la mujer semidesnuda
que regalaba caricias e invitaba a caminar
por la historia de la oscuridad

OJOS DE DIOS Dios
no ve nada pobre Dios
no ve la parte más celeste de su pecho
ni el verso que escribo duro,
ni el ancho negrotal del universo.
Dios
no ve nada pobre Dios
ni lo que cuelga de este planeta
donde estamos tú y yo
ni la chispa siquiera del origen
ni el cordel de ropa
que cuelga gastada
del que hablamos al final
de tantas cosas.
Dios no ve nada entre regresos y naufragios
no ve nada
ni a los niños que lloran después de la guerra.
Dios
no ve
pero tiembla, entre latidos del alcohol
en la desconfianza del cuerpo
para caminar jubilosa travesías del océano,
mientras en los puertos del Perú mueren ángeles de fuego
como indicios de victoria,
en la parte más alta de su pecho
en el que nos perdemos en una tormenta de vaso de agua.

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