CREACIÓN / CRÍTICA / ENTREVISTA / ANÁLISIS
“Humberto Pinedo: La vida concreta y su poesía – Entre el sentismo y la razón”, por Raúl Allain
José Beltrán Peña, director de las reconocidas revistas literarias Palabra en Libertad y Estación Compartida
y autor de estudios literarios que definen la generación del 70, la
poesía concreta y numerosas antologías poéticas que se presentan en
diferentes instituciones, tuvo el acierto de invitar al historiador,
poeta y periodista Humberto Pinedo para que explique, dentro del marco
de la presentación de la obra Casa de colores, cómo su poesía
ha ido ganando -a través de la historia- estimaciones crípticas por
parte de la crítica. El crítico literario instó a Pinedo a que exponga
sobre su producción literaria y las exégesis de la poesía concreta que
desarrolla, así como su vida y época.
Nuestro poeta concreto entiende como
Sartre que la vida representa existir, pero con esencia y trascendencia.
Ortega y Gasset, además de la trascendencia, priorizaría la vitalidad.
Miguel de Unamuno definiría a la vida con independencia y conexa a la
identidad. La poesía concreta para Humberto no es el experimentalismo
puro, sino más bien la esencia social creativa. Nietzsche enunciaría que
cuando el artista crea sentimientos ajusticia a Dios y se convierte en
un todopoderoso. Por esto, podemos afirmar que todo lo que posee
cualidad de real es creativo, y si puedes expresarlo con pocas palabras
(características minimalistas), pero con sentido poético, la condición
se sublima. “Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar (…)”,
estos versos de Jorge Manrique resumen apropiadamente el sentir de
Pinedo Mendoza.
Nació en Lima en 1947, siendo en el año
1972 que comienza a escribir incentivado por la participación en el
Congreso de Jauja organizado por la Universidad la CANTUTA. Esta época
se caracterizó por los cambios sociales de las Fuerzas Armadas. A este
evento el joven poeta llegó solo, con su verdad a cuestas, evitando todo
tipo de dogmatismo y sectarismo. Se encontró, atestigua, con cientos de
pequeños poetas, poetas saturados de verborrea ideológica, pero sin
rigor que comprenda un trabajo creativo original. También se percató de
los reducidos grupos de poetas que se autoproclamaban con autobombos
desmesurados. Por estos fenómenos, Martín Adán se automarginaba de estos
elementos.
Considera que el poeta debe asumir un rol
social y escribir como siente. Este sentir no puede enmarcarse dentro
del pragmatismo, sino más bien toma conciencia a tiempo de los problemas
sociales. No es necesario ser comunista para que nuestros escritos se
plasmen con sentimiento. Albert Einstein marcaría distancias entre el
sentismo y el racionalismo. Bajo estos pensamientos, Humberto Pinedo, a
sus veintitrés años, entendió lo que significa supervivencia. Con el
pasar de los años comprendería que los gobiernos llegaban al poder por
llenar apetitos personales o de grupo. Entendió que por más buen sistema
social que exista en el país y no se prioriza el desarrollo integral
del hombre no se logrará nada y la valoración subdesarrollada nos
seguirá acosando.
Pasados cuarenta años, a opinión de
Pinedo, las izquierdas siguen atomizadas y las derechas cavernarias y
antihistóricas, primando el mercantilismo y la informalidad. Expresa
esta posición cuando versa: “(…) Ya me harté de escuchar bajezas a
cretinos señores (…)”, asumiendo un carácter de cuestionamiento. La
poesía concreta se explica en formular versos sentidos con el dolor e
insatisfacción de los problemas del hombre de nuestro tiempo. Sobre
estos idearios construiríamos una sociedad mejor. Es decir, el artista
debe aportar con su imaginación para formar ese nuevo hombre que se
vaticina y proclama. Ejemplifican poemas como el Canto Coral a Túpac Amaru de Alejandro Romualdo o Himno a los voluntarios de la república de César Vallejo.
José María Arguedas, símbolo de la
integración del mundo andino, se desgarra social y antropológicamente en
sus expresiones y es por esto que trasciende. Pinedo testimonia
expeditamente que podemos encontrar poetas y narradores de su generación
que escriben evasivamente y rozando la mala calidad. Señala como
excepciones a Enrique Congrains, Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas
Llosa y Oswaldo Reynoso que atestiguan efectivamente la angustia de su
clase social, convirtiéndose en parte de la historia de la literatura
peruana. También rescata al poeta Arnulfo Moreno, en quien encuentra
este mismo discurso.
¿Por qué concreta? Ortega y Gasset y
Julián Marías evocarían que la inmediatez de la vida es circunstancia.
Pero el hombre con su lucha diaria lo hace grande e importante. No
pueden convivir dos verdades iguales. La trascendencia en el arte del
concretismo es conseguir llegar a más almas y entender sus problemas
humanos.
En Europa después de la Segunda Guerra
Mundial, los jóvenes entendieron que las sociedades industriales
deshumanizan, cosifican y alienan a las personas y regresaron a
condiciones naturalistas expresadas estas en los hippies y
existenciales, influenciados por Jaspers, Heidegger o Sartre. De esta
manera es que se produjeron los sucesos de mayo en París, siendo los
estudiantes quienes asumieran con conciencia real sus propios problemas.
Pronunciaban su disconformidad con pocas palabras: “Hagamos el amor y
no la guerra”.
Hacia el 2013, Humberto nos anuncia que
ha encontrado un “ejército de poetas”. Por motivos de promoción cultural
resulta ventajoso, pero para asumir un rol social aún se encuentran
evasivos. Como entenderíamos de Herbert Marcuse, confunden la conciencia
con la sexualidad descarnada como liberación. Lo concreto debe
representar comunicación directa, pero partiendo de la calidad.
Bajo este espectro es que comenzaron a
surgir esos versos característicos que expresaran un oportuno
desconcierto, incomunicación, furor y rebeldía. En el poema “Musgos y
Musgos”, cuando versa: “(…) rumo muertos me gasto tramo monto y rumo
(…)”, revela el dolor sartreano que César Toro Montalvo percibe en su
poemario Topus. Sus versos, desde el origen, se concebían
colmados de sabor clásico y testimonial. Las bulerías, así como los
boleros, rancheros y huaynos del Perú profundo, interpretados de acuerdo
a la coyuntura de vida, construían una particular atmósfera en su
escenario como escritor. “Que tu padre arranca a la tierra / su futuro
envuelto con desafíos (…)”, son versos que confluyen como reflejo de
preocupación. También en el poema “Los sirvientes” cuando nos reclama:
“El torpe que desprecia la pureza / al soñador golpeado por el tiempo
(…)”.
Podemos afirmar que sus poemas no parten,
como inspiración, del concretismo brasileño propio del
experimentalismo, ni tampoco de los antipoemas de Nicanor Parra o las
características crípticas de Octavio Paz. Son versos escritos sobre una
realidad existencial. Sucede que en el Perú fácilmente podemos descubrir
un agudo complejo de inferioridad estrechamente ligado a las capas
intelectuales. Para este sector en particular todo lo extranjero posee
cualidad de “bueno”, según entendemos del discurso del autor de La Historia de San Miguel.
Sostenido en actitudes imberbes no se puede definir cabalmente el
sentismo y racionalismo. Sin embargo, en esta postura se comprenden a
poetas como Walt Whitman, Edgar Allan Poe, Ezra Pound, T. S. Eliot y
Cesare Pavese, emblemas de la literatura universal. Entendemos de esta
manera que la poesía concreta consiste en expresar, sin camisas de
fuerza, los graves problemas que acusamos pero de un modo sintetizado.
De esta manera es que el pueblo podrá comprender claramente el mensaje
de los textos poéticos y rebelarse contra los tiranos que someten parte
de su libertad y justicia.
Leoncio Luque señala que en sus poemas,
artículos y posiciones sociales, se subvierte el orden. Pinedo coincide
con esta interpretación y atestigua que en el camino de la creación
literaria se ha enfrentado a “tirios y troyanos”. Hallamos revelaciones
de este sentir en el poema “Grama Lused”, por ejemplo cuando versa: (…)
cerdo lumpen pata saluda (…), encontramos un testimonio del gesto
deshonesto del poeta Manuel Morales. Así también comprendemos que la
democracia es necesaria para sostener instituciones sólidas, como la
inversión privada para generar desarrollo y libertad de expresión. Esta
posición debemos defenderla con justicia social. Sus poemas concretos
están publicados con ese sentir expresivo característico y con
elocuencia tanto visual, testimonial como artística. Aparecen
exitosamente en el medio Discover Latest Info-Washington.
El poeta concreto del Perú nos anima a
manifestarnos con amor, pasión, rebeldía, usando los recursos que nos
brindan la informática, la ciencia de la psicología y la sociología. Por
esto manifiesta: “Si le das confianza a un intruso te devolverá amistad
con reparos”. Este verso podría ilustrarse con dibujos o viñetas para
darle más consistencia al mensaje. De esta manera se nos invita a ser
concretos en nuestras concepciones y vidas. Iluminar las palabras con
imágenes que nos afecten positivamente y con belleza, y que también nos
puedan llenar de felicidad y ternura. También podemos citar el verso “Ya
me harté de soportar torpes sin corazón honesto” del poema “Dolor de un
hombre sensible”. Así entonces la admiración a los poetas como
Alejandro Romualdo y Carlos German Belli se demuestra, cada uno expresa
en su estilo el sentismo y la conciencia de los problemas sociales e
históricos de su época.
Practiquemos como Mario Florián, Javier
Heraud y Mariano Melgar un sentismo concreto, expresiones consecuencia
de lo que sucedió con sus vidas provincianas, guerrilleras y
precursoras. La vida debe considerarse concreta y posee un determinado
sentido y sabor asumirla. El carácter fantasioso en los textos se torna
necesario, pero es cuando se van por las ramas que la poesía concreta no
cumple su objetivo. Por ejemplo en el poema “La vida no vale nada”
cuando arguye: “Increíble, asesinan seres y se ufanan de muertes
enemigas (…)”, indica lo contrario a ese informal orgasmo creativo que
puede acosar nuestro quehacer literario. Este poema expresa el sentir de
lo que sucedió en nuestra época subversiva. Para Humberto Honorato
Pinedo Mendoza la poesía concreta significa liberación y comunicación.
POEMAS CONCRETOS DE HUMBERTO PINEDO MENDOZA
EXTRANJERO TERRESTRE DE CAPOTE TULLIDO
Complacido estado que recado hastió me incendio de emoción todo
motivado amago, desmorono el cerco, cual especimen, mi cogote marco
exploto fomento el embriague cual enfermo me arrastro y cojo lodo
toldo especimen cual jumento encargo mi sueño y rapo al tacho mi amago
mustio afónico me angustio me emboto cual polvo mi tórrida mano
ceboso quejido que oxigenada colina 25 años míos cual galgo empaco
mi tullida mesa que ensombro crujido que engolino terrestre letrina
pierdo la sonrisa cual ñaño desolado excroto mi chaco efímero
zairirme quejido sublime de emoción trucada que arrastro huellas cual polvo
Jorge Ovidio amazo mi tiempo si Jorge Ovidio lo amazo cual anacoreta y agradezco
a mi madre por su matriz por haberme parido diferente a tanta mierda
TOPO VIDA
Patria exilio hogar tapo
hiervo torpe ímpetu ciego
recojo calor ahugero monte
concho torpe cambio vida
epoca grata huelo lejos
araño tierra sangro trecho
hocico saco agresivo salgo
dolor pobre ojeroso miro
hombre bestia matando niños
cólera monto sonzo quedo
topo regreso pancho niego
PUEBLO GITANO
Gitano tu raza nómade ganará su destino con libertad
luchando contra déspotas matones y decretos perros
romperás maldición de naciones egoístas siguiendo llamado
griteríos de reencuentro y persecución regirán tus meses
tenaz hombre tu sangre rodará los campos de justicia
Gitano mil injurias combaten tus sentidos hijos por el mundo
valiente entrega que aumenta martirio con alaridos cantes
lamento guerrero que desgarra fibras de herido soñador
Gitano tu alma telúrica es la rebeldía de pueblos heridos
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